La actual número dos del PP María Dolores de Cospedal y la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría aparecen en la lista de candidatos.
por Diego Urdaneta
MADRID, España.- La lucha por liderar el español Partido Popular (PP) quedó servida este martes con dos mujeres al frente de la terna de candidatos para reemplazar al expresidente del gobierno Mariano Rajoy, desalojado del poder por escándalos de corrupción que golpearon a su formación.
A pocas horas de cerrar el plazo para inscribir candidaturas el miércoles, las que fueran las dos mujeres fuertes del gobierno de Rajoy presentaron este martes sus postulaciones: la actual número dos del PP y ex ministra de Defensa María Dolores de Cospedal y la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Con ellas son seis los candidatos a la presidencia del PP, que será elegido en un congreso extraordinario el 20 y 21 de julio.
Ocurrirá menos de dos meses después de que Rajoy cayera por una moción de censura el 1 de junio promovida por el socialista Pedro Sánchez, nuevo jefe del gobierno español.
Derrotado, el veterano político de 63 años anunció que abandonaba la jefatura del PP que ocupó por casi tres lustros, pero rehusó expresamente designar a un heredero, algo inédito en el partido, abocado por primera vez a una verdadera guerra sucesoria.
El propio Rajoy había sido elegido a dedo en 2004 por José María Aznar, presidente del gobierno desde 1996 y hasta ese año.
En este nuevo escenario competitivo, han proliferado las candidaturas.
“Mano firme” contra la corrupción
Cospedal y Sáenz de Santamaría anunciaron sus intenciones este martes, un día después de que renunciara a presentarse el presidente regional de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, el sucesor natural según la prensa.
Ambas defendieron “el legado de Rajoy”, quien siempre reivindicó el haber sacado a España de la crisis económica con una receta de severa austeridad, pero prometieron revitalizar el partido golpeado por una cascada de escándalos de corrupción en los últimas años.
“Nos presentamos con el aval de lo que hemos hecho, podemos estar orgullosos de ello. Ese aval tiene que ser nuestra puerta para el futuro, un futuro con entusiasmo, con optimismo”, declaró frente al Congreso y rodeada de periodistas Sáenz de Santamaría, ex mano derecha de Rajoy de 47 años.
Cospedal, de 52 años, garantizó en un acto del partido “mano firme contra la corrupción” y se comprometió a recuperar “la unidad del centroderecha español”, en momentos en que el PP se ve amenazado por un competidor directo, los liberales de Ciudadanos.
“Quiero ser la primera mujer que presida el PP y quiero ser la primera mujer que presida el gobierno de España”, dijo Cospedal, de 52 años.
También son precandidatos Pablo Casado, el vicesecretario de Comunicación del PP de 37 años que representa a las nuevas generaciones y el ex ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, de 73.
Completan la lista dos personas menos conocidas: el diputado José Ramón García Hernández y José Luis Bayo, un líder local en la región de Valencia (este).
Doble vuelta
Esta será además la primera vez que la militancia del PP podrá participar en la elección de su líder, aunque de forma limitada.
A diferencia de otras formaciones en España con primarias abiertas a todos sus miembros, el PP hará su elección en un formato de doble vuelta.
En la primera, que tendrá lugar el 5 de julio, podrán votar los 800.000 afiliados. Si un candidato no consigue el 50% de los votos, los dos primeros irán a una segunda vuelta.
En ese balotaje, que se realizará en el congreso del 20 y 21 de julio, solo votarán los llamados compromisarios, unos 3.000 representantes territoriales.
El que salga electo tendrá ante sí la tarea de regenerar al partido desde la oposición, a pocos meses de un año de las elecciones municipales, europeas y regionales de mayo de 2019.
De todas maneras, el nuevo presidente del partido tendrá a su favor contar con la mayor bancada en la cámara baja y mayoría absoluta en el Senado, que podría entorpecer el gobierno de Pedro Sánchez, el más minoritario en 40 años de democracia en España.
AFP-NA